Conferencia de Francisco Anguita en el I Congreso Climántica



Climántica TV viene de publicar el vídeo de la intervención de Francisco Anguita en el I Congreso Climántica sobre Respuestas Educativas al Cambio Climático. El geólogo hizo un recorrido por los impactos del clima en la historia de la Tierra. Reconoce que es muy difícil deslindar las interacciones e influencias entre la vida y el clima cuando se estudia la evolución de la biosfera en nuestro planeta. Bien directa o indirectamente, clima y vida tuvieron desde que existe como tal esta última una relación de "amor-odio" (las etapas de amor serían las épocas de radiación y las de odio corresponderían a las de extinción).

Hace unos 600 m.a. la fauna de Ediacara prosperó al final de la gran glaciación (Tierra Blanca) de finales del Proterozoico. Posteriormente hace unos 300 m.a., en la glaciación en el Carbonífero y Pérmico, también existe una relación clara entre el clima y la vida. No obstante la mayor extinción acaecida en el planeta (finales del Pérmico) no tuvo relación con la glaciación sino con la mayor actividad volcánica registrada (basaltos de Siberia).

En el Jurásico y Cretácico, los dinosaurios aprovechan un clima cálido para extenderse por toda la Tierra. En esta época una gran actividad volcánica coincide con una expansión de la vida en la Tierra la diferencia de lo que acontecía a finales del Pérmico. Aún no se conocen bien las causas de las variaciones climáticas importantes y por tanto tampoco se reconocen con certeza las interacciones con la biosfera.

Hace 34 millones de años el límite entre Eoceno y Oligoceno está en conexión aparente con el establecimiento de la corriente circunantártica cuando la Antártica se separa definitivamente de Suramérica y Australia, y que coincide con un periodo extremadamente frío de 100.000 años.

Entre 1,8 y 2 millones de años, se produce en África oriental una diversidad notoria de homínidos que probablemente se relacionen en el tiempo con un periodo donde los glaciares del hemisferio norte aumentan su tamaño y provocan un clima frío y seco. Hubo una desecación importante de la selva africana que se transformó en sabana y que probablemente actuó de precursor de la aparición de formas homínidas distintas. Hace 1,8 millones de años (Plioceno) el nivel del mar baja y se produce una migración de fauna de Eurasia a Norteamérica. En Norteamérica acontece una extinción de los grandes mamíferos cuya causa es objeto de discusión entre los científicos, por un lado están las causas climáticas y por otro la sobrecaza. Probablemente los dos episodios sean causas de un mismo efecto. Es importante destacar que estas extinciones están comprendidas en el periodo conocido como Dryas Joven, entre 13000 y 11600 años. Este periodo remata bruscamente en 3 años, con el máximo cambio climático concentrado en un año. Aquí Francisco Anguita nos propone reflexionar sobre el impacto en la sociedad actual de un cambio climático de varios grados de diferencia térmico promedio en un tiempo similar a lo que cerró el Dryas Joven.

En el año 1000 en el Periodo Cálido Medieval (del año 800 al 1300) se producen migraciones importantes como la colonización por los nórdicos de Islandia y Groenlandia favorecida por el clima benigno y más por la mayor navegabilidad del Atlántico Norte. También gracias a un periodo de desecación de las estepas de Mongolia, Gengis Kan invadió Asia y parte de Europa. La colonización por parte de los micronesios de la Isla de Pascua, en un viaje por el Pacífico de cerca de 4500 km hacia el este, puede estar relacionada con la debilitación del fenómeno de Él Niño que conlleva una merma de los vientos alisios (que soplan hacia el oeste).

La civilización Maya colapsó en el año 900 víctima de una serie de sequías prolongadas. Atendiendo a estos acontecimientos surge una pregunta de debate referente a si pensamos que nuestra civilización tecnológica, en contraposición a las anteriores, estaríamos a salvo de las consecuencias de un cambio climático.

Para finalizar su intervención, Francisco Anguita nos pone un ejemplo de especie oportunista, la Braarudosphaera bigelowii. Este organismo que no tenía ninguna característica especial, fue uno de los escasos géneros de plancton calcáreo que sobrevivió a la extinción finicretácica. La última cuestión que el científico nos deja para el debate es que de cumplirse las peores predicciones para el cambio climático, cuáles serían las especies oportunistas en el siglo XXII ?.
 
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