La caída de las reservas petrolíferas va a hacer que estos combustibles sean cada vez más competitivos, pero el desarrollo de estas nuevas tecnologías está lleno de dudas y cuestiones sin resolver.
La transición energética que estamos iniciando desde el mundo de los combustibles fósiles, cada vez más caros y escasos, hasta las fuentes renovables no estará exenta de dificultades y conflictos. Algunos científicos famosos incluso postulan la opción nuclear como paso intermedio. Pero lo que sí parece seguro es que habrá que diversificar las fuentes energéticas para satisfacer las necesidades de una población en aumento y aspirar a una mayor equidad en el suministro.
El escenario energético futuro se ofrece, por lo tanto, como una combinación de minicentrales en los ríos, parques eólicos en los montes y cultivos energéticos en los campos para suministrar energía a las industrias y ciudades dotadas con sistemas de cogeneración y dispositivos solares.
En este abanico de recursos también habrá que incluir la energía del mar y la energía de la tierra.
