Smog fotoquímico
El argot smog es mezcla de smoke y fog, humo y niebla. Se emplea para designar la contaminación atmosférica que se produce en algunas ciudades como combinación de determinadas circunstancias climatológicas con los contaminantes. Por lo general, el smog se forma cuando el humo de chimeneas se mezcla con niebla.
El smog fotoquímico se forma cuando los fotones de la luz solar chocan con moléculas de diferentes tipos de agentes contaminantes en la atmósfera. Los fotones hacen que se produzcan reacciones químicas. Las moléculas de contaminación se convierten en otros productos químicos nocivos, como ya venimos en el laboratorio.
Los químicos presentes en el smog incluyen óxidos de nitrógeno, componentes orgánicos volátiles (COV), ozono troposférico y nitrato peroxiacetílico, PAN.
El ozono, O3, es una molécula formada por átomos de oxígeno. El ozono es un gas de color azulado que tiene un fuerte olor muy característico que se suele notar después de las descargas eléctricas de las tormentas.
El ozono troposférico, ozono que se encuentra en la troposfera es un importante contaminante secundario. El que se encuentra en la zona más próxima a la superficie de la Tierra, se forma por reacciones inducidas por la luz solar en las que participan, principalmente, los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos presentes en el aire. Es el componente más dañino del smog fotoquímico y causa daños importantes en la salud cuando está en concentraciones altas, además de frenar el crecimiento de las plantas y los árboles.
En la parte alta de la troposfera suele entrar ozono procedente de la estratosfera, aunque su cantidad y su importancia son menores que el de la parte media y baja de la troposfera.
En España, como en otros países mediterráneos, durante el verano se dan condiciones meteorológicas favorables para la formación de ozono: altas temperaturas, cielos despejados, elevada insolación y vientos bajos, especialmente en la costa mediterránea y sur de la península. En bastantes ocasiones a lo largo del año es normal superar, en numerosas estaciones de control, los límites marcados por la Directiva de la Unión Europea de protección a la salud y de protección a la vegetación entre otros.