Contaminación en el transporte
El transporte por mar de los hidrocarburos desde su lugar de extracción hasta los destinos de tratamiento o consumo requiere de medidas estrictas de control y protección del medio. Una de las medidas adoptadas es la sustitución de los antiguos petroleros de casco único por buques dotados de doble casco, que añaden una segunda chapa creando espacio suficiente como para poder retener la carga ante un posible daño en la chapa externa en contacto con el océano.
Se conoce como "marea negra" los vertidos importantes de petróleo en el océano, que causan grandes desastres ecológicos en el medio marino y en las costas donde se producen. Galicia tiene una larga y macabra historia repleta de accidentes que provocaron importantes daños en su territorio. Este hecho está relacionado con que la fachada atlántica gallega soporta un tráfico marítimo muy intenso, ya que por aquí pasan las principales rutas internacionales del comercio del petróleo.
En las refinerías, el petróleo es transformado en diferentes productos, por lo que esta industria debe mantener una serie de medidas encaminadas a paliar y evitar emisiones contaminantes a la atmósfera, vertidos de residuos e incluso olores y ruidos. Los tratamientos en estas instalaciones pasan por la depuración de las aguas residuales, la utilización de combustibles con bajo contenido en azufre y de aditivos capaces de disminuir la emisión de humos y partículas.