Dispersión de los productos
¿Cómo funciona realmente esta dispersión?
La estabilidad de la atmósfera depende de la temperatura. Una condición atmosférica estable es aquella en la que los movimientos verticales tienden a disminuir con el tiempo. Y es inestable cuando los movimientos verticales se amplifican con el tiempo.
Los movimientos verticales pueden ser producidos por efecto del viento y de la densidad del aire (que depende de la temperatura), entre otros.
Esto hace que durante el día en la capa superficial de la atmósfera, dependiendo del tipo de superficie y de la cantidad de energía solar, puedan experimentarse turbulencias.
Si la radiación del Sol que atraviesa la atmósfera es absorbida por la superficie terrestre, la superficie calienta el aire en contacto con ella, y si este calentamiento es lo suficientemente grande, se producen las turbulencias.
Estos movimientos que se producen en la atmósfera hacen que los gases y partículas existentes en la atmósfera se dispersen. Del mismo modo, lo hacen los gases y partículas contaminantes emitidos por los diferentes focos.
Además de estos gases, a la atmósfera se incorpora vapor de agua mediante la evaporación desde la superficie; este es removido mediante la condensación en las nubes y posterior precipitación de forma líquida (lluvia) o sólida (nieve o granizo).
El vapor de agua y el CO2 son los dos componentes más importantes en la generación del efecto invernadero en la atmósfera terrestre.