Buenas prácticas en el turismo para diminuir la huella
A todos nos gusta hacer turismo, de visitar sitios nuevos, conocer nuevas culturas, otras comidas, otras costumbres, etc. Pero hay muchas formas de hacer turismo; unas con mayor impacto que otras.
Debido a la aparición de compañías aéreas de bajo coste cada vez es más frecuente ir a pasar una fin de semana a Roma, París, Londres ... Como ya mencionamos con anterioridad, el avión es el medio de transporte que más impacto energético provoca. Es recomendable, a ser posible, dejar esos viajes para períodos de tiempo prolongados.
No se trata sólo del transporte empleado para desplazarnos en las vacaciones, debemos analizar también el lugar al cual queremos ir y que vamos a hacer allí. Hay zonas costeras que están totalmente estropeadas debido a una afluencia excesiva de turistas, lo que da lugar a una urbanización incontrolada con el consecuente gasto energético, de agua y de otros recursos locales. Es el caso de la Costa Brava, de la Costa del Sol, y de un largo etcétera. Tenemos ejemplos bien próximos como Sanxenxo o Baiona, que en el verano se llenan de turistas que, para cubrir lo que ellos consideran sus "necesidades vacacionales", siguen conductas de malgasto energético e impacto ambiental.
Es por lo tanto imprescindible hacer un análisis previo para poder sacar buen provecho de nuestras vacaciones sin crear paralelamente un impacto altamente negativo; es decir, debemos ser turistas responsables.