El proceso de formación del petróleo
La primera etapa del proceso de degradación de la materia orgánica es la formación de metano por la acción de las bacterias. Posteriormente, durante el enterramiento de la misma, se produce la transformación a un producto intermedio denominado kerógeno, que puede ser de distintos tipos dependiendo de la materia orgánica original presente en los sedimentos. Así, los denominados kerógenos de tipo I e II darán lugar a la generación de petróleo. Junto con la presión actúa la temperatura, que alcanza las condiciones más favorables para la producción entre los 70 y los 100 ºC. Estas temperaturas pueden alcanzarse, dependiendo del gradiente geotérmico, entre los 2 y los 3,5 km de profundidad. Con el aumento de la temperatura disminuye la producción de petróleo y aumenta la de gas "húmedo" (se llama así, ya que junto con el metano entran en la composición etano, propano y butano, que pueden condensarse, con facilidad a la fase líquida). A partir de los 150 ºC se genera gas seco (compuesto principalmente de metano), y si el enterramiento es más profundo, los residuos pueden llegar a convertirse en grafito.
Podemos hacer, por lo tanto, la siguiente reflexión: rocas que contienen diferentes tipos de materia orgánica, o de tipo similar pero que pasaron por condiciones de enterramiento distintas, pueden generar volúmenes muy variables de petróleo. Además, los sedimentos de origen marino con materia orgánica rica en lípidos producen petróleo y gas húmedo bajo las condiciones que vimos con anterioridad. No obstante, bajo esas mismas condiciones, los sedimentos terrestres con materia orgánica rica en celulosa derivan en la formación de carbón y gas seco.