En las próximas décadas la mayor parte del incremento va a darse en China y en India, donde la oferta de carbón supera la de gas y petróleo. China está aumentando su producción de carbón a un ritmo superior a un gigawatt por mes, estando llamada a superar la EE UU como mayor emisor de carbono en el 2025. Esto pone en cuestión las cuñas, pues estos países emergentes se "recarbonizarán". Este posible escenario de recarbonización es el que hace dudar más de que logremos resolver el calentamiento global.
En cuanto al modelo energético basado en los combustibles fósiles, China está en la plataforma de lanzamiento, apostando sólo por centrales alimentadas con carbón. En su proceso de industrialización está siguiendo un modelo implantado en EE UU hace 45 años. Sus fábricas funcionan con motores obsoletos y enormemente ineficientes; su sistema de transmisión de energía está anticuado. Si modernizara sus fábricas y apostara por las energías renovables, podría reducir sus centrales de carbón a una tercera parte. Estos datos deben hacernos pensar en que tiene que surgir un nuevo protocolo que posibilite la colaboración internacional para conseguir que la industrialización de estas economías emergentes sea acorde con la mitigación del cambio climático.
