El coste ambiental de la siderurgia del carbón
La siderurgia fue motor de dos ciclos energéticos; el primero basado en la tecnología de la rueda hidráulica y el segundo en la máquina de vapor, que se fue perfeccionando hasta hacer posibles las obras titánicas de la última mitad del siglo XIX. Pero el coste ambiental fue muy elevado, aunque en esta etapa de obras titánicas se percibía como símbolo de prosperidad tener siderurgias humeando de tal modo que llegaban a impedir el paso de la luz de Sol, sobre todo en los lugares donde se concentraban más de 20 fábricas de hierro. Esta situación potenció el smog urbano, efectos nocivos sobre la salud, lluvia ácida y emisiones de gases invernadero, iniciándose así el problema actual del cambio climático. Esta idea de la prosperidad redundó en que no se llevaran las fábricas para fuera de las ciudades, de manera tal que ciudades como Londres o Chicago llegaron a convertir sus ríos en cloacas abiertas al aire.