Calor
Uno de los usos básicos del consumo energético actual es la producción de calor. De no ser por esta energía calórica no podríamos habitar regiones del mundo con climas muy fríos, y nuestra vida en latitudes tibias carecería del confort con que contamos. Así, desde las hogueras hasta la calefacción, la energía calórica hace más agradable, y mismo posible, nuestra vida.
Esta energía también nos permite cocinar. Esto es fundamental para cierto grupos de alimentos, como los mariscos y las carnes, ya que con las altas temperaturas se eliminan los microorganismos y bacterias que podrían ser fuente de infecciones. Además, cocinando los alimentos se incrementa el tiempo de conservación de los mismos.