Las centrales nucleares termoeléctricas
El proceso de fisión nuclear libera una enorme cantidad de calor, que en una central nuclear se utiliza para hacer hervir el agua; el vapor impulsa una turbina que, al girar, acciona un generador y este produce la electricidad.
Los neutrones son controlados para que no explote el reactor mediante unas barras de control, que al introducirse absorben neutrones, disminuyéndose así el número de fisiones, con el cual, dependiendo de la cantidad de barras de control que se introduzcan, se generará más o menos energía. Normalmente se introducen las barras de tal forma que sólo se produzca un neutrón por reacción de fisión, controlando de esta forma el proceso de fisión. Si todas las barras de control son introducidas, se absorben todos los neutrones, con lo cual se pararía el reactor. El reactor se refrigera para que no se caliente demasiado y funda las protecciones, convirtiéndose de esta manera en una bomba atómica hasta que se pare, ya que la radiación hace que el reactor permanezca caliente.
Un reactor nuclear es una instalación en la que se produce una reacción de fisión nuclear de modo controlado.
Los reactores nucleares son instalaciones para el aprovechamiento de la energía producida por la escisión artificial de los núcleos de un elemento radioactivo. Esta escisión, o fisión nuclear, se obtiene bombardeando con neutrones los núcleos del elemento.